viernes, 12 de febrero de 2010

Análisis Crítico sobre el Artículo denominado:Determinantes Estructurales de la Sobreexplotación del Trabajo Femenino en Venezuela,de Leticia Barrios.

Análisis Crítico sobre el Artículo denominado: Determinantes estructurales de la sobreexplotación del trabajo femenino en Venezuela, de Leticia Barrios Graziani. Por: Yasnel Pereira Verdi.

Descalificación de la mujer propia de las sociedades patriarcales, en donde el hombre domina en todos los aspectos sobre la parte femenina, constituye el punto de partida del tema en discusión. Se dice que en los inicios del fordismo se consideraba innecesaria la inclusión de la mujer a los trabajos industriales, por eso se condenó a las labores domésticas.

En Latinoamérica la inserción femenina ha estado condicionada a modelos de desarrollo. Inicialmente en la fase de industrialización su participación fue casi insignificante, posterior a los años 80, se produce un incremento de esta participación pero en el sector terciario; es mi opinión de que tal comportamiento obedece a un viejo y caduco estereotipo denominado “trabajos propios de mujeres” (labores domésticas ó administración de pequeñas organizaciones), es decir, todo lo relativo a lo monótono, lo fácil, según “visiones miopes”. Mientras que al hombre se le asocia a las profesiones, lo complejo y difícil. Se genera entonces una concepción equívoca en el pensamiento de las mujeres, a través del cual se subordinan ante situaciones profesionales y laborales, patrón que prevalece hoy día aunque en menor proporción.

Desde mi óptica, la sobreexplotación del trabajo es un rasgo muy marcado en nuestras economías, a causa del afán desmedido de acumular capital a expensas de la intensificación del trabajo, la prolongación de la jornada y la expropiación de parte del trabajo al obrero para reponer su fuerza de trabajo, lo que se conoce como uso intensivo y extensivo de la fuerza de trabajo, tal como lo señala la lectura en cuestión. En el sector femenino dicha sobreexplotación se hace mucho más notoria no sólo en su condición laboral, sino en vista de que se acompaña con procesos de exclusión, separación y discriminación del hombre sobre la mujer.

La época neoliberal por su parte agudizó la problemática en cuestión, pues se deterioró aún más la calidad del empleo junto con una inevitable caída del ingreso, eventualidad que llevó a la mujer a incorporarse al sector laboral, buscando fuentes alternas para contrarrestar la pérdida de poder adquisitivo. En las últimas décadas se ha evidenciado una mayor presencia femenina en el sector informal de la economía y una disminución de ésta en la microempresa. A todo esto se le adiciona precarización por la flexibilización de las condiciones de trabajo, las cuales a mi parecer turban muchísimo más el panorama antes descrito.

La existencia de Problemas Estructurales: incapacidad del aparato productivo de absorber la mano de obra, absorción regresiva de la mano de obra, desviación del excedente, la informalización improductiva y la profundización del subdesarrollo: son cuestiones que considero es preciso mejorar, pues las/los profesionales egresados de casas de estudio consiguen dificultades para ingresar a los diversos campos de trabajo, los puestos de trabajo muchas veces resultan insuficientes para satisfacer la demanda, a consecuencia de una escasa planificación en nuestro país al respecto, sin embargo pienso que es importante resaltar los esfuerzos de los últimos años de apartarnos del subdesarrollo tomando el timón en materia de independencia científico – tecnológica y financiera.

Coincido con la autora en que tal fenómeno encuentra su explicación en las limitaciones estructurales del capitalismo, caracterizado por un modelo económico desigual y segregativo.

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